"Un clásico diferente"
Hacía tiempo que los espectadores y los amantes del futbol no veíamos un partido tan precioso y tan deportivo (por decirlo de alguna manera) como el que vimos el miércoles pasado en el Camp Nou.
Los Barça-Madrid siempre se han caracterizado por ser encuentros en los que los dos conjuntos dan patadas a diestro y siniestro y cada dos por tres hay piques en el centro del campo. Es la tensión vivida en el futbol y de un partido de tal calibre. Así lo desean los aficionados a este deporte. Quieren que haya tensión, disputa, pero sobre todo FUTBOL. El miércoles pasado lo hubo y del bueno. Muchos años han pasado para poder volver a ver un partido tan igualado y tan soberbio como el de hace unos días.
Ambos equipos salieron sin miedo de uno al otro y fueron a por el partido. El Real Madrid planteó por fin un partido serio sin cualquier tipo de pudor al Pep Team. Creo que es la primera vez que Mourinho planta con toda su artillería al Barça. Y casi le sale bien. El partido llega a durar diez minutos más y probablemente estaríamos hablando de un RealMadrid-Valencia en semis. Nadie apostaba ni un duro por los merengues. Y es normal, después de ver caer a los de Chamartín, una y otra vez contra el Barcelona. En la Liga nunca han podido con ellos en la era Mourinho. La temporada pasado en el duelo de Champions pasó lo mismo y previsible. En la final de la Copa del Rey fue el éxito de Mou.
Al final fueron los culés quiénes por machada se llevaron la eliminatoria. Se cambiaron los papeles. El clásico del otro día es el clásico diferente. Hubo posesiones del Barça, como siempre y contras del Madrid, como siempre. Pero realmente el partido no se basó únicamente en eso. El equipo blanco hacía posesiones largas, llegando incluso a hacer que el FCB corriera detrás del balón. Los de Guardiola cuando robaban la pelota pegaban el pelotazo y salían a la contra. Ronaldo defendía las acometidas de Messi. Xavi fallaba pases. Busquets perdía balones en el centro del campo, Puyol se resvalaba. Incluso en el segundo 10 de partido Dani Alves juego la pelota atrás para Piqué y el catalán que se duerme ve como el "Pipita" siempre atento se la lleva para hacer un mano a mano contra Pinto. El guardamenta tapó a la perfección y el argentino envió el balón fuera.
El partido fue el mundo al revés de todo lo que habíamos visto hasta la fecha. Problamente ahroa veremos más futbol y nos dejaremos de criticar a los árbitros y pelearnos por si uno es mejor que otro. El Real Madrid ya le tiene ganas al FCBarcelona porque ven posible ganarles. Desde la ciudad Condal les esperan con los brazos abiertos. Lo que está claro es que estamos ante el mejor momento de los dos mejores equipos del mundo y los tenemos en nuestra liga. ¡Viva el futbol!